Con motivo de la Semana Mundial de la Lactancia Materna, el Servicio Nacional de la Mujer y la Equidad de Género, a través del Programa Mujer Sexualidad y Maternidad, realizo la Charla “Mitos y Creencias en la Lactancia Materna”

La Semana de la Lactancia Materna, se celebra todos los años del 1 al 7 de agosto, se realiza para fomentar y mejorar la salud de los lactantes en todo el mundo, y conmemora la Declaración de Innocenti, firmada en agosto de 1990 por diferentes gobiernos, la Organización Mundial de la Salud (OMS), UNICEF y otras instituciones para proteger, promover y apoyar la lactancia materna.

En nuestro país la prevalencia de Lactancia Materna al sexto mes durante los últimos 30 años ha incrementado en más de un 40% y en los últimos 10 años ha aumentado más de un 10%, siendo actualmente un 57%, posicionándonos como el país con indicadores destacados a nivel internacional, en la región de Ñuble las cifras del año 2021 muestran que 65,8 % de los lactantes controlados al sexto mes mantienen lactancia materna de forma exclusiva, estando sobre el promedio nacional.

Este sostenido aumento está relacionado a distintas estrategias implementadas por diferentes servicios, y programas, como Mujer Sexualidad y Maternidad, quienes a través de diferentes instancias buscan fomentar el apego y la lactancia materna, se refiere al tema la Directora Regional de SernamEG, señorita Viviana Cáceres Jara “como Servicio Nacional de la Mujer y Equidad de Género en la semana de la lactancia materna queremos ser parte activa de esta importante campaña por lo que a través del programa Mujer Sexualidad Maternidad estamos realizando talleres con datos interesantes sobre la lactancia y el cuidado del cuerpo. Sabemos que la lactancia materna trae muchos beneficios entre ellos el apego seguro que se produce el niño o niña y su madre, a su vez fomenta la autonomía física de la mujer y favorece el desarrollo integral, la salud y el bienestar de niños y niñas.”

La lactancia materna promueve una mejor salud tanto para las madres como para los niños. Su aumento a niveles casi universales podría salvar más de 800 mil vidas al año, la mayoría de ellas de menores de 6 meses, y podría evitar 20 mil muertes maternas al año por cáncer de mama. A su vez disminuye el riesgo de que las madres padezcan cáncer de mama y ovario, diabetes de tipo 2 y enfermedades cardíacas.