La construcción de tres canoas en el centenario canal Sandoval y Álamos evitará pérdidas de más del 50 por ciento del agua en beneficio de más de 60 pequeños agricultores y más de 700 hectáreas de superficie.

Hasta el sector de Mayulermo, en la comuna de San Ignacio, llegó el Coordinador Zonal Biobío Ñuble de la Comisión Nacional de Riego (CNR), Javier Ávila, junto al Director de la Dirección General de Aguas (DGA), Waldo Lama y representantes del Gobierno Regional y de la Municipalidad de San Ignacio,  para encabezar la ceremonia de inauguración de tres obras de conducción del recurso hídrico en distintos tramos del canal Sandoval y Álamos, uno de los canales con menos derechos de aguas del río Diguillín.

 

Las obras realizadas se relacionan a la construcción de tres canoas, que tuvieron un costo total de 68 millones de pesos, de los cuales 60 millones fueron aportados por el Gobierno Regional a través del convenio de transferencia de recursos con la CNR.

 

El Coordinador Zonal Biobío-Ñuble de la CNR, Javier Ávila, indicó que ‘el objetivo central del convenio establecido entre la Comisión Nacional de Riego y el Gobierno Regional de Ñuble fue llegar con recursos a aquellos lugares que la Ley de Riego no ha podido abarcar y, esta obra que inauguramos hoy, precisamente cumple a cabalidad con dicho objetivo, ya que no tan solo permite a los actuales pequeños agricultores y agricultoras contar con más agua para sus cultivos, sino que también permite sumar al riego  hectáreas que no estaban siendo regadas’.

 

Por su parte el jefe de la División de Planificación y Desarrollo del Gobierno Regional, Claudio Martínez, señaló que, ‘uno de los ejes estratégicos del Gobierno Regional es priorizar los temas de agua, específicamente lo relacionado a agua potable rural y a riego, porque los dos significan vida finalmente, porque las personas no pueden vivir sin agua, pero tampoco pueden vivir sin alimentos’.

 

A su vez el Seremi de Agricultura, Juan Carlos Molina, indicó que, ‘uno de los grandes desafíos que tuvimos cuando iniciamos como Región de Ñuble, fue justamente el trabajo a desarrollar con los denominados ‘blancos’ del canal Laja Diguillín. Hoy día, tres años después de este convenio que firmó el Gobierno Regional y la Comisión Nacional de Riego, se ha podido beneficiar a muchos pequeños agricultores que han mejorado su producción y mejorado la calidad de vida en el campo’.

 

Si bien la comunidad de aguas del canal Sandoval y Álamos se encuentra constituida legalmente desde el año 1994, el canal tiene una data superior a los 100 años y la conforman 61 pequeños agricultores. De estos regantes, al menos 20 son parte de los denominados “blancos”, es decir que por primera vez cuentan con agua para sus cultivos. En promedio no superan las 8 hectáreas de riego básico y al tener una baja dotación de agua, los comuneros tienen un sistema de turnos para el riego.

 

El canal tiene 22 kilómetros de extensión y nace en el río Diguillín hasta llegar al sector de Larqui Chico y tiene grandes dificultades en el trayecto, ya que en un tramo de 3 kilómetros está colgado de un cerro y en varios tramos pasa sobre cursos naturales de agua, por lo cual es necesario hacer canoas, para no interferir con ellos.