A un mes de registrado el siniestro, denominado ‘El Rosario’, las autoridades realizaron la rehabilitación de las familias afectadas, con la entrega de inmuebles de alta calidad, de mayor metraje, terminadas a nivel interior y exterior e implementadas con cocina y baño.

A un mes del incendio que afectó a Quillón a finales del año pasado y que dejó como saldo 10 viviendas siniestradas y 2.153 hectáreas de terreno devastadas, la Municipalidad de Quillón y Onemi realizaron la entrega de cinco viviendas de emergencia a vecinos de Santa Ana del Baúl y El Olivar, quienes perdieron sus residencias.

 

‘Hemos estado entregando las viviendas de emergencia y verificando que se trata de viviendas de buena calidad, tal como fue el compromiso de Onemi. Comparado con otras acciones anteriores, de similares características, se han disminuido los tiempos de respuesta para la entrega de útiles de aseo, colchonetas, camas y cocinas’ dijo el alcalde Miguel Peña.

 

Junto con agregar que ‘esto se logra con trabajo conjunto, entre Onemi y el municipio’ el alcalde Peña precisó que ‘lo bueno es entregar lo mejor a nuestros vecinos que perdieron todo y brindar una solución, que aunque temporal, viene a atender las necesidades de las personas damnificadas. Da mucha pena ver la destrucción, tanto de lo material como de la producción de nuestros agricultores’.

 

En un recorrido, realizado por la primera autoridad comunal, el director (s) de Onemi Ñuble, Cristian Matus; y personal de Dideco y la Oficina Municipal de Emergencia; se hizo la entrega de los inmuebles, que poseen características mejoradas, a diferencia de las antiguas mediaguas que se instalaban años antes, luego de los siniestros que afectaban a las familias.

 

‘Luego del incendio que afectó a Quillón, a fines de diciembre y principios de enero, hemos procedido a la etapa de rehabilitación para las familias afectadas. Se les entregaron sus viviendas de emergencia y un complemento para habitar de buena manera y así restablecer sus condiciones, quizás no de normalidad, pero que sí tengan la posibilidad de vivir dignamente en el lugar que se vio muy afectado’, señaló Cristian Matus, director (s) de Onemi Ñuble.

 

Las viviendas de emergencia tienen 24 metros cuadrados y tienen subdivisiones interiores de cocina y baño, contando con los artefactos necesarios para su uso como cocina, lavamanos, cubículo de ducha e inodoro. Además, están abastecidas con suministro de agua y de electricidad.

 

Cabe destacar que las viviendas entregadas corresponden a cinco residencias siniestradas de las 10 que se vieron afectadas, siendo las demás segunda propiedad.