La medida busca proteger el inmueble ante la construcción de un edificio al costado del espacio que alberga la vida y obra del.poetaa

La Secretaría Regional Ministerial de Bienes Nacionales en Ñuble ingresó al Consejo de Monumentos Nacionales una solicitud para declarar la Casa de Gonzalo Rojas como un Monumento Histórico. 

Así lo confirmó el Seremi Cristian Ortiz Rubio, quien destacó que esta medida surge para resguardar el inmueble en el que vivió por más de 30 años el poeta, el cual pertenece actualmente al Fisco, quien la entregó en concesión a la Corporación Cultural Municipal Gonzalo Rojas. 

“Uno de las tareas que nos han encomendado nuestro Presidente Gabriel Boric y la Ministra Javiera Toro es resguardar nuestro patrimonio fiscal, sobre todo aquellos espacios que tienen un gran valor artístico, cultural y patrimonial como es el caso de este inmueble en donde se puede conocer la vida y obra del poeta. Por eso hemos tomado esta decisión, de pedir esta declaratoria y darle la importancia que tiene este espacio para la Región de Ñuble”, dijo Ortiz. 

La autoridad regional detalló que la medida además responde a la incertidumbre que genera la construcción de un edificio de 10 pisos a un costado del inmueble. 

“Quienes conocen el centro cultural saben que en éste existen elementos únicos que corren un riesgo importante ante la construcción de este edificio, cosas que, de dañarse, implicaría una pérdida patrimonial importante e irreparable, que tienen un valor incalculable,  como por ejemplo los ventanales del torreón donde Gonzalo Rojas le mostraba a sus visitas del mundo de la cultura, tanto del ámbito nacional e internacional,  la belleza de la cordillera de Ñuble, la colección de obras de Matta, las cerámicas únicas que no se pueden encontrar en el mercado mundial y  el jardín de rosas que fueron plantadas por el mismo artista y  que durante décadas ha iluminado el patio de este espacio que actualmente recibe cientos de visitas al año”, puntualizó el Seremi. 

Respecto a la solicitud ingresada desde Ñuble, la Ministra Javiera Toro destacó la importancia de las acciones que se ejecuten para lograr que se acoja la solicitud ingresada. 

“Es muy relevante la acción coordinada que podamos llevar adelante las instituciones del Estado, en este caso el Ministerio de las Culturas, el Consejo de Monumentos Nacionales, y nosotros como Ministerio de Bienes Nacionales, además del Municipio, para resguardar y poner en su justo valor un lugar que fue el hogar del poeta Gonzalo Rojas y su familia, y que hoy es un aporte a la cultura regional y nacional. Gonzalo Rojas fue un creador trascendental y su obra y legado deben ser protegidos”. 

Patrimonio cultural 

El inmueble fiscal, ubicado en calle El Roble 1051 de Chillán, es una casa de los años 60, que perteneció a la familia de la segunda esposa de Gonzalo Rojas, Hilda May. 

El espacio fue entregado en el año 2006 en concesión a la Corporación Municipal Cultural Gonzalo Rojas, que es presidida por el alcalde Camino Benavente, quienes se encargan de la administración de lugar, que busca potenciar la creación artística por parte de la comunidad, teniendo como base la vida y obra del poeta, quien recibió numerosos premios como el Premio Reina Sofía de España, el Premio Nacional de Literatura en Chile en 1992, el Premio Miguel de Cervantes en 2003, entre otros. 

"Desde la Municipalidad valoramos todas las medidas que contribuyan a proteger la integridad del inmueble. Desde 2013, a través de la Corporación Cultural Municipal Gonzalo Rojas, hemos realizado un trabajo por conservar este espacio, no sólo a través de su mantención y financiamiento, sino también fortaleciendo una serie de condiciones que permitan su proyección como espacio cultural vinculante entre la obra de Gonzalo Rojas y las nuevas generaciones de artistas. Hoy Casa Gonzalo Rojas alberga una galería de arte, un museo sobre la vida y obra del poeta y una biblioteca pública, espacios deben ser protegidos", explicó el alcalde de Chillán Camilo Benavente. 

Por su parte, Laura Daza, directora de la corporación, señaló que “desde su fundación la Corporación Cultural Municipal Gonzalo Rojas Pizarro, se crea con la finalidad de proteger el espacio vital del poeta y difundir su obra a través de las colecciones cedidas por la familia, además de jugar un rol clave en la literatura desde Chillán al mundo. Es en este contexto que la Municipalidad ha mantenido durante años este espacio como un baluarte del patrimonio en la ciudad. Bienes Nacionales es el propietario del inmueble que permite la existencia de este espacio que hoy se concibe como Museo y Biblioteca Pública, es por eso que las gestiones de Bienes Nacionales a través del Seremi Cristian Ortiz, de querer proteger este inmueble como Monumento Nacional, es un gran paso para definir posteriormente, intervenciones arquitectónicas que tengan que ver con el entorno del Centro cultural. 

En tanto, Gonzalo Rojas May, hijo del poeta, valoró la solicitud realizaba por el Ministerio de Bienes Nacionales, destacando que esto marca un hito respecto a las políticas públicas culturales del país. 

“Me parece una estupenda iniciativa y celebro que desde el Gobierno se levante esta intención de preservar un lugar que tiene un valor, no solamente simbólico, sino que tiene un valor de memoria muy importante para la región y para el país. Esa fue la casa de mi padre en Chile, desde que volvimos del exilio el año 80.  Esa antes había sido la casa de mis abuelos maternos y mi padre la fue transformando en este lugar que todos quisimos tanto, no solamente su familia, sino que la comunidad, porque siempre fue un espacio muy abierto a la comunidad chillaneja y de Chile en general. Por eso esta solicitud que realiza Bienes Nacionales nos parece una iniciativa que marca un hito de lo que deberían ser las grandes políticas públicas culturales de nuestro país”, enfatizó Rojas. 

Finalmente, respecto a la construcción del edificio, Gonzalo Rojas May señaló que es algo complejo que podría generar daños irreparables.  

“Cuando supe de este proyecto me pareció un hecho doloroso y complejo. Me reuní con la inmobiliaria, ellos fueron amables y me mostraron el proyecto y su visión y yo en esa reunión les manifesté que para mí no era un motivo de alegría ni muchos menos el que ellos fueran a construir este edificio, porque la existencia de éste pone en riesgo arquitectónico real a la casa, que tiene una serie de espacios delicados, bien sensibles a la construcción y al movimiento de tierra que se puede generar. Además, produce una disarmonía en el barrio y desde luego abre la puerta, y eso me parece delicado, a que toda la zona, sin una adecuada planificación urbanística, se llene de edificios, jibarizando la casa y poniéndola en un riesgo desde todo punto de vista”.