Si observa síntomas repentinos como asimetría fácil, lenguaje anormal y debilidad de un brazo o pierna, no espere y acuda de inmediato a un servicio de urgencia preparado para atender estas emergencias

De cuatro horas y media a 6 horas es el plazo máximo para que un paciente con síntomas de Ataque Cerebro Vascular (ACV) sea atendido en un centro asistencial y reciba el tratamiento que permita lograr una recuperación exitosa o las menores secuelas posibles producto del daño neuronal.

El ACV ocurre cuando se interrumpe el suministro de sangre que irriga una parte del cerebro. Si bien aumenta el riesgo para pacientes sobre los 60 años, puede ocurrirle a cualquier persona y de un momento a otro, independiente de su edad o sexo. Se trata de una emergencia médica que no solo deteriora este órgano, también perjudica el funcionamiento de todo el cuerpo.

En Chile cada año hay 40 mil personas que sufren un accidente cerebro vascular. En el Mes del ACV, el llamado de los especialistas es a acudir inmediatamente a un servicio de urgencia ante la aparición repentina de las primeras alertas.

El Dr. Alexis Rojo, neurólogo vascular del Hospital Herminda Martin de Chillán, precisa que los principales síntomas son “caída de comisura bucal, que pudiera ir en paralelo o no con habla enredada, y pérdida de fuerza de alguna extremidad (brazo, pierna o ambas, en diferentes grados). Sólo 1 de estos síntomas es suficiente para consultar de inmediato en un servicio de urgencia, para tomar medidas diagnósticas y terapéuticas rápidas que van a cambiar el desenlace”.

Agrega que la atención médica inmediata puede salvar la vida de la persona afectada por un ataque cerebro vascular y aumentar las posibilidades de una recuperación favorable.

El ACV es una patología tiempo dependiente, porque tenemos tecnología para poder abrir un vaso ocluido, si se cumplen los requisitos y habiendo pasado menos de 4 horas y media desde los síntomas podemos dar un medicamento que se llama trombolítico y eso nos da chance de que ese trombo pueda disolverse y la sangre pueda volver a circular. En este período también podemos aplicar una trombectomía mecánica, con la cual el desenlace de recuperación y menor secuela es mucho mejor”, explica el doctor Rojo.

Para prevenir esta enfermedad es necesario conocer sus principales factores de riesgo: presión arterial alta, obesidad, diabetes o resistencia a la insulina, tabaquismo, colesterol alto, sedentarismo, alimentación poco saludable, la mayoría de ellos modificables.

Está ampliamente documentado que los ataques cerebrovasculares (ACV) tienen altos índices de mortalidad, además de niveles de discapacidad que le generan al paciente un deterioro en su calidad de vida, costos económicos y sociales. Hablamos de una enfermedad que se ha transformado en un problema de salud pública que, para el año 2030, proyecta 77 millones de sobrevivientes en el mundo, de acuerdo al Ministerio de Salud[1].

Aplicación Actúa con Velocidad

Además de acudir con rapidez a un centro asistencial, es muy relevante saber dónde acudir, ya que no todos los hospitales o clínicas cuentan con los especialistas o equipamiento para atender este tipo de emergencias.

Esta información justamente está disponible en la APP Actúa con Velocidad, aplicación gratuita, disponible en Google Play y Apple Store. Esta herramienta dirige a la persona de acuerdo a su localización, orientándola hacia el recinto de salud más cercano. También ayuda a reconocer los síntomas más comunes de un ACV en forma fácil y sencilla, cuenta con un botón de contacto directo con ambulancias y urgencias SAMU, y la opción de llamada a un click con familiares y/o cuidadores.

ACV en cifras

  • 8 de cada 10 ACV pueden prevenirse, mediante hábitos de vida saludable.
  • Durante un ACV mueren casi 2 millones de neuronas por minuto.
  • Cada 30 minutos un paciente con ACV que pudo haber sido salvado, muere o queda con discapacidad permanente porque recibió tratamiento en un hospital no preparado.