Chile está viviendo una revolución digital sin precedentes, y las últimas cifras de la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel) lo confirman. Las conexiones a 5G han alcanzado la impresionante cifra de 3,8 millones, lo que representa un notable crecimiento del 88,5% en comparación con diciembre de 2022. Este avance coloca a Chile en la vanguardia de la adopción de nuevas tecnologías en la región, con un total de 26,7 millones de teléfonos móviles y 4,5 millones de conexiones a Internet fijo, reflejando una creciente conectividad en todo el país.

La implementación de 5G en Chile no solo promete una mayor velocidad y eficiencia en las comunicaciones, sino que también ofrece una serie de beneficios significativos para la sociedad. En el ámbito educativo, la tecnología 5G facilita el acceso a plataformas de aprendizaje en línea más rápidas y confiables, promoviendo la educación a distancia y mejorando el acceso a recursos educativos de alta calidad tanto en zonas rurales como urbanas. Los estudiantes pueden participar en aulas virtuales y acceder a materiales interactivos y multimedia sin interrupciones, lo que enriquece su experiencia educativa.

En el sector de la salud, 5G tiene el potencial de transformar la atención médica mediante telemedicina avanzada, monitoreo remoto de pacientes y cirugías robóticas. Los médicos pueden realizar consultas en tiempo real con especialistas de cualquier parte del mundo, y los dispositivos médicos conectados pueden transmitir datos de pacientes de manera instantánea, permitiendo diagnósticos y tratamientos más rápidos y precisos. La conectividad mejorada también puede extender los servicios de salud a comunidades remotas que previamente carecían de acceso adecuado a atención médica.

Sin embargo, mientras celebramos los avances en conectividad que trae el 5G, es crucial también observar el desarrollo del metaverso, una tecnología emergente que ha sido promovida por gigantes como Meta (anteriormente Facebook). El metaverso promete crear mundos virtuales inmersivos que combinan elementos de realidad virtual (VR) y realidad aumentada (AR), ofreciendo experiencias interactivas en diversos ámbitos, desde el entretenimiento hasta el comercio.

A pesar de sus prometedoras perspectivas, el metaverso no ha logrado aún el impacto esperado. Grandes compañías multinacionales como Disney, Walmart y Meta han enfrentado dificultades y pérdidas financieras en sus incursiones en este nuevo mundo digital. Las barreras técnicas, como la necesidad de equipos de alto poder de cómputo y conexiones a Internet de alta velocidad, limitan su accesibilidad a un público más amplio. Además, la utilidad percibida del metaverso sigue siendo cuestionable; muchos usuarios prefieren interfaces más simples y directas para realizar transacciones en línea, en lugar de interactuar en entornos virtuales complejos.

El metaverso también enfrenta el desafío de crear experiencias que sean fáciles de usar, útiles y verdaderamente inmersivas. Para que esta tecnología despegue, los desarrolladores deben encontrar un equilibrio entre ofrecer experiencias emocionantes y manejables, sin abrumar a los usuarios. La integración social dentro de estos entornos es crucial para fomentar interacciones significativas que enriquezcan la experiencia del usuario.

En conclusión, mientras Chile avanza hacia una conectividad 5G cada vez más robusta, el metaverso sigue buscando su lugar en el mundo digital. Ambos fenómenos representan un paso hacia el futuro, pero cada uno enfrenta sus propios desafíos en la creación de un entorno digital que sea tanto accesible como útil para todos.