Inauguran el único centro exclusivo de salud mental infanto-adolescente en Chile
Esta nueva clínica contempla hospitalización de corta estadía para casos de alta complejidad y un programa diurno especializado, orientado exclusivamente a población infanto-adolescente.
Chile atraviesa una grave crisis en salud mental infanto-adolescente: más del 60% de los escolares presenta síntomas de depresión o ansiedad, superando ampliamente el promedio mundial según la OMS. En ese contexto, la infraestructura de atención resulta claramente insuficiente: sólo existen cuatro hospitales psiquiátricos a nivel nacional, a esto se suman, que según datos de la Subsecretaría de Redes Asistenciales, el 2024 habían 23.669 personas en lista de espera para una consulta psiquiátrica adulto y 14.018 para una infantil o de adolescentes.
Ante este complejo panorama, esta semana se inauguró en la comuna de Las Condes la Clínica MirAndes Manquehue, único centro de salud mental en Chile, enfocado exclusivamente en niños, niñas y adolescentes. MirAndes Manquehue ofrece atención especializada para adolescentes que cursan problemas de salud mental, tanto en modalidad de hospitalización cerrada de corta estadía, para aquellos casos de alta complejidad; como en modalidad diurna, para aquellos pacientes que no requieran la internación completa.
Una respuesta innovadora para una demanda creciente
Una de las particularidades de este nuevo centro es su enfoque diferenciado por grupo etario. El diseño del programa contempla espacios y dinámicas exclusivas para adolescentes, evitando su interacción directa con pacientes adultos. Esto no solo permite responder de mejor forma a las necesidades emocionales y sociales propias de esta etapa del desarrollo, sino que también genera entornos más seguros, contenidos y ajustados a sus características.
“Compartir espacios con adultos con patologías severas puede ser contraproducente para los jóvenes, dificultando su adherencia al tratamiento y aumentando sus niveles de ansiedad o retraimiento”, señala la especialista”.
El centro se configura como una respuesta innovadora ante el aumento sostenido de las consultas de salud mental en población adolescente, fenómeno que ha sido alertado por especialistas a nivel nacional e internacional y con esta apertura, se busca avanzar hacia una red de atención más diversificada y centrada en las necesidades reales de los pacientes, en un país donde el acceso a tratamientos continuos de salud mental sigue siendo un desafío pendiente.
Hospital de día
La modalidad de centro diurno, también conocido como Hospital de día, representa un modelo intermedio entre la atención ambulatoria y la hospitalización cerrada, permitiendo que niños y jóvenes hasta los 18 años, puedan recibir tratamiento intensivo durante el día y retornar a sus hogares por la noche. Esta modalidad es particularmente relevante en contextos donde se busca favorecer la continuidad de los vínculos familiares y sociales durante los procesos de recuperación.
“El programa contempla una estructura interdisciplinaria que incluye atención médica, psicológica, terapia ocupacional y enfermería. Se realizan talleres grupales e intervenciones individuales diseñadas según las necesidades de cada paciente, abarcando aspectos terapéuticos, recreativos, ocupacionales y hábitos de vida saludable”, señaló la doctora Mariana Labbé.
Este tipo de programas permite abordar de manera intensiva los cuadros de salud mental en fase subaguda, promoviendo una recuperación funcional que facilite el retorno progresivo a la vida cotidiana. Los usuarios participan diariamente en distintas actividades, con una carga horaria definida por el equipo clínico. Quienes asisten media jornada pueden acceder a al menos 10 talleres semanales y 3 sesiones individuales; mientras que quienes asisten jornada completa participan en hasta 16 talleres grupales, además de sus respectivas sesiones individuales.
Clínica de corta estadía
Pensada para quienes enfrentan descompensaciones agudas de salud mental, la Clínica de Corta Estadía entrega un espacio de atención intensiva, continua y personalizada. Con un equipo multidisciplinario que asegura una intervención clínica efectiva desde el primer momento, promoviendo la estabilización emocional y funcional del paciente. Todo esto, en un ambiente terapéutico diseñado para contener, cuidar y acompañar a cada joven en su proceso de recuperación.