En el ciclo del carbono, el carbono se transfiere o se mueve entre los cuatro reservorios donde se encuentra en diferentes estados:

Atmósfera: Se encuentra en forma de dióxido de carbono (CO2) al juntarse con el oxígeno en forma de gas.

Biósfera terrestre: Se encuentra en los elementos que componen los ecosistemas terrestres y costeros, en la materia orgánica no viva, y en el suelo.

Océanos: Forma parte de la hidrósfera, se encuentra en el carbono orgánico disuelto, en los organismos marinos y en las materias no vivas.

Sedimentos: Forma parte de la geósfera, se encuentra en los fósiles y los combustibles fósiles.

Un ejemplo del ciclo del carbono comienza con el dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera, el cual es absorbido junto con la luz solar por las plantas en el proceso de fotosíntesis para su crecimiento y alimentación. En ellas forman un compuesto orgánico del tipo hidrato de carbono (azúcar), llamado glucosa.