De epidemias, endemias y pandemias segunda parte
En la mayoría de los casos, solo una minoría presenta diarrea acuosa aguda con deshidratación grave, que puede ser mortal si no se trata. La mayoría de las personas infectadas no presentan síntomas, aunque la bacteria esté presente en sus heces durante los 1 a 10 días siguientes a la infección y vuelva al medio ambiente, con el consiguiente riesgo de infección de otras personas.
A lo largo del siglo XIX se propagó por el mundo desde su reservorio original en el delta del Ganges, en la India. Esta epidemia llegó a Europa en 1830 y causó 30.000 muertes en Londres en menos de dos décadas. Seis pandemias en sucesión mataron a millones de personas en todos los continentes. La actual pandemia (la séptima) comenzó en el sur de Asia en 1961 y llegó a África en 1971 y a América en 1991. En la actualidad, el cólera es endémico en muchos países.
Esta enfermedad, además de ser un indicador de inequidad y falta de desarrollo social, sigue siendo una amenaza mundial para la salud pública. Se calcula, entre 1,3 y 4 millones por año, los casos de cólera, de los cuales fallecen entre 21.000 y 143.000 personas.
FIEBRE AMARILLA: Reconocida históricamente desde la llegada de Colón a América. Enfermedad de característica endémica, pues se observaba que se repetían los casos, asociados a brotes veraniegos, y desaparecían durante las estaciones frescas. Aunque los que ya habían sido contagiados eran mucho más resistentes a cogerla de nuevo. La enfermedad se extendió hasta el siglo XIX.
Producida por un arbovirus del género Flavivirus transmitido por mosquitos de los géneros Aedes y Haemogogus.
Hoy se sabe que el periodo de incubación es de 3 a 6 días. Muchos casos son asintomáticos, pero cuando hay síntomas, los más frecuentes son: Fiebre, dolores musculares, sobre todo de espalda, cefaleas, pérdida de apetito y náuseas o vómitos. En la mayoría de los casos los síntomas desaparecen en 4 días. Sin embargo, un pequeño porcentaje de pacientes entran a las 24 horas de la remisión inicial en una segunda fase, más tóxica. Vuelve la fiebre elevada, viéndose más afectados, generalmente el hígado y los riñones. En esta fase son frecuentes la ictericia (color amarillento de la piel y los ojos, hecho que ha dado nombre a la enfermedad), el color oscuro de la orina y el dolor abdominal con vómitos. Puede haber hemorragias orales, nasales, oculares o gástricas. La mitad de los pacientes que entran en la fase tóxica mueren en un plazo de 1 a dos semanas.
El tratamiento está orientado a sobrellevar la enfermedad, más que curarla de raíz. Existen vacunas con fines preventivos.
SIFILIS: Sus primeras referencias se remontan al Renacimiento. La causa es una espiroqueta llamada Treponema pallidum. Es una infección crónica de transmisión sexual, por medio del semen, las secreciones vaginales, la saliva y la sangre. Puede llegar incluso al Sistema Nervioso Central y producir neurosífilis o llegar al ojo y provocar sífilis ocular.
Esta enfermedad llegó a Europa procedente de América, por lo tanto, se presume que los españoles al retornar, contagiaron a las prostitutas italianas y tras aquello, se propagó por toda Europa, probable y especialmente, tras el sitio de Nápoles en 1.495. A comienzos del siglo XX, el 15% de la población europea la padecía
Padecieron esta patología: Beethoven, Oscar Wilde, Colón, Baudelaire, Van Gogh, Nietzsche, James Joyce, Hitler, entre otros.
Tiene tratamiento basado en antibióticos.
POLIOMIELITIS (POLIO): La poliomielitis se conoce desde hace tres milenios. Es causada por una infección con el poliovirus, el cual se propaga por: Contacto directo de persona a persona; contacto con moco o flema infectados de la nariz o de la boca y contacto con heces infectadas.
Puede afectar los nervios y llevar a la parálisis total o parcial. La aparición de los síntomas de la enfermedad oscila entre 5 y 35 días. La mayoría de las personas no presentan síntomas. Los factores de riesgo incluyen: Falta de vacunación contra la polio y viajar a un área en donde haya habido un brote de polio
Algunas de las epidemias más importantes, a causa de esta enfermedad viral, se dieron en países como, Suecia o Estados Unidos, siendo conocida la que se desarrolló en Nueva York en los años veinte y que contagiaría al presidente Franklin Roosevelt.
Existe vacuna.
MALARIA: La Malaria o Paludismo es provocada por la picadura de un mosquito, del género Anopheles, el cual porta en su saliva al parásito unicelular Plasmodium.
Suele caracterizarse por los siguientes signos y síntomas: Fiebre, escalofríos, dolor de cabeza, náuseas y vómitos, dolor y fatiga muscular, sudoración, dolor abdominal o dolor en el pecho; tos.
Gracias al DDT (Diclorodifeniltricloroetano), un poderoso plaguicida, desapareció de Europa, donde era endémica en países como Grecia o Italia. Hoy en día, aún siguen muriendo más de medio millón de personas al año, principalmente en África. No existe vacuna.
Si viaja a una zona donde la malaria es endémica, se debe considerar lo siguiente: Los mosquitos están más activos entre el atardecer y el amanecer. Para protegerte de sus picaduras: Cubrir la piel. Usar pantalones y remeras de mangas largas. Aplicarse repelente de insectos en la piel y en la ropa. Dormir debajo de una red mosquitera, idealmente tratada con insecticida, para ayudar a prevenir las picaduras de mosquitos mientras se duerme.
SIDA (Síndrome de inmunodeficiencia adquirida): Conjunto de manifestaciones clínicas en el organismo derivadas de la pérdida de las defensas, secundaria a la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).
Los primeros casos de esta pandemia, se detectaron en 1981 en Los Angeles, Estados Unidos, aunque probablemente existiera en otras partes del mundo, en fechas anteriores. Los científicos establecieron en 1984, que esta enfermedad es causada por el VIH, un virus indestructible hasta el momento, que se transmite de una persona a otra a través de la sangre, el semen, así como, el fluido vaginal y la leche materna.
Sin embargo, es importante destacar que el virus del SIDA no se transmite por el aire, ni por el agua; a través de animales o insectos (como los mosquitos); por compartir los cubiertos, las servilletas, los aseos o cualquier otro instrumento que no implique contacto sanguíneo o de fluidos sexuales. Tampoco por las heces, el fluido nasal, la saliva, el sudor, las lágrimas, la orina o los vómitos, a no ser que estén contagiados de sangre. Por tocar, besar, acariciar o abrazar a una persona infectada.
Para reducir el riesgo de contagio del VIH es necesario evitar las relaciones sexuales de riesgo y utilizar métodos anticonceptivos de barrera, como el preservativo, así como no compartir agujas ni materiales para el consumo de drogas inyectables.
En la actualidad, se están desarrollando varios estudios para lograr que el tratamiento de tres moléculas (triterapia) actuales, puedan reducirse a dos o incluso a una sola, lo que aliviaría la aparición de efectos adversos en los enfermos.